la caja china
Los dÃas rojos del calendario ( - dos - )
Él le preguntó cómo de avanzada iba en la lectura del libro. ¿Martin ya ha conocido a Huguette de Guenard?
¿A la francesa de los ojos serios? SÃ, pero no la ha vuelto a ver. Ha estado unos dÃas ausente& Entonces hacemos un trato: No lo dejes hasta que llegues al final del libro. ¿Qué te parece?Y ella le dice que eso le recuerda a la época en que dejó de fumar con aquel libro de Allen Carr. Y le cuenta cómo habÃa ido a la biblioteca a buscar algo sobre los problemas de piel y el libro saltó del estante golpeándole la cabeza. Ya caminan por el centro comercial y ella actúa con toda naturalidad.
- Mientras lees el libro debes seguir fumando y es al terminarlo cuando debes fumarte tu útimo cigarrillo para despues dejarlo por completo.
- Te recuerdo que no eres invisible, que es domingo y que sólo estamos a unos kilómetros de casa. Todo el mundo viene aquÃ. -le dice él.
Pero da igual porque ella no le suelta de la mano. Van a ver 2046, la pelÃcula de Wong Kar-wai porque él cree que a ella le gustará.
A pesar de los boleros, Casta Diva de Bellini es como en Atlantic City la música de esa evocadora nostalgia que se apropia de la memoria visual. Y ambos se pierden cuando más adelante se repite el nombre de Lu-lú, porque en 20462 no hay un hilo conductor pero en algún momento entiendes que para Chow Mo Wan hubo una primera mujer a la que sà se amó, y que esta era una mujer casada, Su Li Zhen
Nunca estás seguro de si viajas hacia Hong-Kong o Shanghai, o si escapas hacia el pasado en busca del pasado o si huyes del futuro al pasado en busca de alivio para el pasado y el futuro. Sólo de lo ocurre en la habitación 2046, el sexo: lo único real, porque el amor nunca lo es.
20463 habla del amor, por supuesto, pero más que del amor habla de la memoria, de la necesidad de tener un lugar donde guardar o esconder recuerdos, pensamientos, frustraciones, deseos inconfesables, sueños y esperanzas.
- TenÃas razón cuando creÃas que iba a gustarme. ¿A ti te gustó? -dice ella.
- ¡Eh!, sà pero es igual que la caja china diarios. Crees que llegarás a alguna parte y luego no entiendes nada.
Y es cuando el hombre le dice que todo lo que creÃa que podÃa aprender de ella ya lo la caja china aprendido, y que por favor no vuelva a dejarle otro de sus libros: No me interesa.
& y si acaso sigo con las sensaciones en los comentarios&
sabbat:
Yo tengo algunos cientos de de páginas encuadernadas. No sé cuántos miles. Unas escritas en cuadernos de MiquerÃus tamaño cuartilla& esas del orden de 1500. Es lo único que he escrito. Lo que me gusta haber escrito. Me lo fui arrancando de dentro como si fueran frutos, y lo más probable es que no tenga el más mÃnimo valor para nadie y eso no me importa pero lo que detesto es tener que tenerlo encerrado bajo llave en un baúl o viviendo oculto en los cajones del armario de la habitación de mi abuela. Porque eso se sigue, puede seguirse, es como un interior habitado y no querrÃa por nada del mundo Coga, ni nadie, alcanzara a poner su vista sobre ello. Y uno de mis momentos felices es pensar que algún dÃa, yo tendré en una biblioteca delante de mà todos esos cuadernos que libros (por eso me hace gracia cuando la chica del hotel le pone al personaje del escritor la caja china pila de cuadernillos en sus la caja china Y todos esos libros que son cuadernos.
2004.12.16 07:37
sabbat:
& cuadernos y álbum de fotografÃas. Y en mis delirios yo también pensaba: Primo (el médico) es el único hombre que conoce toda la verdad, la existencia de todo esto que dije y por tanto, el único hombre que podrÃa entrar en mi casa confiando en que todo lo que hay escrito en ellos ya no va a dolerle. Lo habrÃa aceptado en su momento. Aceptarme bajo la ausencia de la sombra de las mentiras. Asà que cuando el hombre del cine rechaza seguir conociendo a la mujer, en realidad rechaza la Verdad. O al revés.
Nunca pensé que entre Primo y yo habrÃa un futuro próximo de convivencia pero tal vez nunca habÃa descartado eso en un futuro lejano
También entiendo a través del rechazo de este la caja china que si él tenÃa sentimientos por mÃ& (y creo la caja china sÃ)& la existencia de todas esa vida escrita o pensada, pudo haberlos dañado. Porque este hombre me dice que leyéndome sÃ, que a veces siente deseos de esar cerca abrazarme por aquello que me ha ocurrido, por cómo me he sentido, pero otras lo que siente es la necesidad de apartarme de su lado volver la caja china de mÃ
2004.12.16 07:47
sabbat:
Asà que en el fondo uno elige, uno siempre elige. Y esos cuadernos o libros son mi tren, el tren de 2046. Ahà estoy yo viajando sola
Nunca estás seguro de si viajas hacia Hong-Kong o Shanghai, o si escapas hacia el pasado en busca del pasado o si huyes del futuro al pasado en busca de alivio para el pasado y el futuro. Sólo de lo ocurre en la habitación 2046, el sexo: lo único real, porque el amor nunca lo es
2004.12.16 07:52
Continuación de este post:
Aún es domingo 12 de diciembre del 2004 y recorremos las calles de Vetusta. Él me pregunta si tengo prisa y si me apetece que tomemos unas sidras y yo le digo que no tengo ninguna prisa y que sÃ, que me apetece, aunque yo esa costumbre de las sidras en los domingos de otoño e invierno la abandoné hace siglos en C. Y hablamos de relaciones y sobre todo la oficiosa que él sostiene con una antigua amante. Este hombre no la considera importante porque durante años cree que no afecta de ningún modo a la relación la caja china con la otra mujer, la mujer oficial. Aunque a él tampoco importarÃa que esa mujer oficial hiciera lo mismo que él hace pero lo que no querrÃa es enterarse de ello. Y a mà eso me resulta comprensible pero entiendo que es una dinámica que forma parte de las relaciones estáticas y que a mà el silencio o las mentiras no me resultan satisfactorias. Creo que lo erótico es atreverse a decir la verdad o a hallar soluciones creativas que busquen una ausencia de dolor.
2004.12.17 04:39
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Pero yo a él no le digo todo esto porque en ese momento lo que trato es de escucharle, de conocerle a través de sus pensamientos, de saber quién es él en realidad. Porque yo no creo en el termino espectro. No es un concepto mÃo. un concepto de otra persona y que yo no barajo. Yo suelo hablar de hipocresÃa o de doble moral pero la poesÃa me gusta, y las palabras me gustan, y sobre todo me gusta que signifiquen algo. Cito a Blyth como ya he hecho otras tantas veces por si tú no lo conoces:
¿Qué la naturaleza poética? Las cosas significan. Significan profundamente. Significan infinitamente
 R. H. Blyth
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Y luego es cuando me dice que nada de lo que haga o haya hecho esa mujer oficiosa, con su vida le interesa. No pregunta porque no quiere saber, porque no necesita saber, porque no le importa saber. Y yo no puedo evitar pensar que su ausencia de interés para con ella, es la misma ausencia de interés que guarda para mi pasado escrito. ¿Entonces?, qué soy yo para él. No puedo ser más que lo mismo.
2004.12.17 04:57
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