“El punk no está muerto”, proclama una consigna en las camisetas de los asistentes al Congreso Internacional Punk que se celebra hasta el próximo domingo en Kassel (centro), con veteranos de este movimiento surgido en Gran Bretaña en 1975.
Más que un grito de victoria, el lema parece el estertor de un moribundo. Más de 1 mil participantes, sin embargo, han acudido al encuentro, que comenzó este miércoles con la exhibición del trasero desnudo de uno de los asistentes, en señal de protesta por lo aburrido de uno de los debates.
Pero, corroborando quizá la consigna del congreso, los conciertos con bandas musicales como CZD, de Eslovenia, así como Boonaraaas! y S.Y.P.H., de Alemania, mostraron que efectivamente el punk, como fenómeno musical al menos, no está del todo muerto.
Mark Perry, editor británico de una revista para fanáticos del movimiento, señaló, sin embargo, que el atractivo del punk en estos días es “puro sentimiento nostálgico, sin ninguna relevancia social”.
El movimiento cultural y musical surgió en Gran Bretaña en 1975 y sus seguidores pregonan una actitud de provocación y burla hacia la sociedad, la que consideran incapaz de infundir esperanzas a la juventud.
Además de conferencias, discusiones y conciertos, el programa del encuentro –financiado con fondos del contribuyente alemán– comprende exhibiciones de películas sobre este fenómeno cultural.
Se han dado cita en Kassel pocas crestas al estilo siux o iroqués, pero sí un buen número de veteranos, cuadragenarios impecablemente vestidos con su indumentaria típica, intercambiando recuerdos de la edad de oro del punk.
“Tratamos de mostrar la actualidad de este movimiento, su radicalismo”, se afanó por señalar la organizadora y portavoz de la reunión, Erika Eggs, quien destacó “el inmenso espíritu de libertad que había en la década de 1980”.
No así en la extinta República Democrática Alemana, donde las autoridades comunistas controlaban estrictamente y perseguían a sus adeptos haciéndoles la vida imposible, relató Michael Pankow Boehlke, ex miembro del grupo Plan Los (“Sin proyecto”).
“Poco es lo que va quedando de este movimiento”, cuyas figuras míticas van desapareciendo paulatinamente, señaló Boehlke. La semana pasada falleció de cáncer Johnny Ramone, último superviviente del grupo The Ramones.
Incluso Johnny Rotten, del legendario grupo Sex Pistols, tiene que participar en audiciones de televisión al estilo “Big Brother”, para ganarse el pan, recordó otro de los participantes.
Son pocos los miembros de las bandas punk que llegan a viejos, por el desgaste de sus propias vidas. En el este de Alemania, el rock de ultraderecha y neonazi está sustituyendo hoy entre los jóvenes a los grupos punk anarquistas de épocas que ya van quedando pretéritas, constataron los asistentes.
Alemania/AFP
Post je objavljen 12.10.2004. u 12:51 sati.