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EL CUENTO DE LA MOMIA AZUL - DIANNA DIVERNO

Inspector Lombardo esperaba rápidamente - a que capitán Robertson termine la conversación corta, pero clara y necesaria con Fioronela, que daba su informe sobre el estado de Raquel, el número de las plaquetas, leucocitos, anemia, los dolores de cabeza e insomnios.
- Está mareada cada día, papá – ella lo dijo como si a él eso debería importar o quizá sentir algún tipo de compasión. - Eso pasa cuando vosotros estabais casados?
Él no respondió. No pensaba que debería. Ella le dijo que le llamará dentro de diez días para avisarle sobre la visita al doctor.
- Sí el doctor la ordena inmovilidad completa – explicaba Fioronela– yo no tendré más remedio que venga a visitarte papá. Eso es fascinante no?
Cada respuesta sobraba en esos momentos.
- Fioronela? – preguntó inspector Jonathan cuando capitán Robertson dejó su teléfono.
- Sí.
- Ella va a venir a Vancouver?
- Quizá – encogió de hombros – ella sabrá dentro de una semana. Raquel no soporta bien embarazo – explicó. Él no quería pensar sobre Raquel en esos momentos.
- Intento entender – explicaba dentro de diez minutos su punto de vista inspector Lombardo




Traduccion - Branka Djukanovic

Post je objavljen 11.03.2018. u 09:41 sati.